Malos ganadores y perdedores
Malos ganadores y perdedores
Los Juegos Olímpicos aspiraban a la unión de los deportistas
y una forma de unir a las naciones, a lo largo de 31 ediciones hay algunos
ejemplos que demuestran lo contrario.
El “espíritu olímpico” y un ambiente de sana competencia
quedan de lado cuando algunos ven desvanecerse el trabajo de cuatro años por
algunas circunstancias, sea porque no saben lidiar con la derrota, o el éxito,
la educación o la tan nombrada mentalidad, hay episodios como estos que queda
como momentos antideportivos.
Golpes y mordidas
En el libro El gran
circo de los Juegos Olímpicos, Floyd Conner
recoge anécdotas de deportistas que reaccionaron de forma inesperada
después de perder una competencia. En la edición de París en 1900 el
estadounidense Myer Prinstein se negó a participar en salto de longitud por
motivos religiosos –la prueba cayó en domingo- el ganador resultó su
compatriota Alvin Kraenzlein.
Esto enfureció a Prinstein, pues afirmaba que tenía un
acuerdo con Kraenzlein de que no competirían el domingo, lo cual no sucedió,
pues su rival además de ganar el oro le quitó el récord mundial por un cuarto
de pulgada.
Prinstein pidió que se celebrara un desempate el lunes para
decidir el campeón absoluto –como en el boxeo- a lo cal se negó Kraenzlein, la
respuesta de Prinstein fue un certero puñetazo en la boca de su compatriota,
después de eso el hombre que descansó en domingo fue campeón en salto de
longitud en 1904 y 1908.
Tal parece que París en Juegos Olímpicos tenía algo que
todos buscaban involucrarse en puños y otros llegaban más lejos. En un combate
de pesos medios en los Juegos de 1924, el local Roger Brousse mordió –a lo Mike
Tyson- a su rival el británico Hhenry Mallin.
Los jueces nombraron ganador a Brousse por un delgado
margen, la decisión fue anulada cuando el pugilista inglés mostró las marcas de
mordisco que tenía ¡En el pecho! Mallin ganó la medalla de oro.
Fuego y saliva
Los británicos David Hunt y Alan Warren ya tenía una medalla
de plata en vela, (Múnich 1972) cuatro años después llegaban con la meta de
tener el oro. Su bote, que bautizaron como “The ‘Orse” con el que ganaron en
Alemania se dañó en camino a Montreal.
A pesar de que repararon tan pronto como pudieron a The
‘Orse, la embarcación se fue sin ganar medalla. Hunt y Warren cargaron un
contenedor con líquido inflamable y le prendieron fuego, los británicos
culparon a su bote del fracaso.
¿Cómo lidiar cuando aparece alguien más rápido, más fuerte y
te roba los reflectores? Para algunos es
reconocer que los tiempos cambian, o hacer un esfuerzo mayor, el caso de la
nadadora estadounidense, Amy Van Dyken, quien fue la estrella en Atlanta 1996,
(la primera mujer de su país en ganar cuatro oros en unos mismos Juegos
Olímpicos) quedó relegada en Sídney 2000 por la nueva sensación de la natación
la holandesa Inge de Brujin, quien ganó tres medallas de oro y un récord del
mundo.
Antes de la final de los 50 metros libres, Van Dyken,
campeona de esa modalidad se inclinó delante de la línea de la holandesa y
escupió en el agua, como una forma de “desconcertar” a De Brujin, el resultado
fue contradictorio para la estadounidense quien perdió su título olímpico y se
fue sin medalla.
Al parecer la costumbre de escupir de Van Dyken se extendía hasta en los torneos
previos, pues en los clasificatorios para el 2000, hizo lo mismo en la línea de
su compatriota, Dara Torres, quien también la venció. El diario Tuczon
Citizen tituló la nota como “Spit on this” (escupe en esta).
Aguas púrpuras en Río
Los primeros Juegos en Brasil también nos regalan historias
similares, el nadador chino Sun Yang, quien ya cuenta con dos medallas en Río,
(oro en 200 metros libre y plata en 400 metros libres) ya pasó en dos ocasiones
bajo las afiladas declaraciones de sus rivales.
El primero fue el australiano Mack Horton, quien venció a
Yang en los 400 metros, el ganador del oro quien llamó al chino “tramposo y
dopado” la respuesta de su rival fue en la alberca, durante la etapa de
clasificación, Yang salpicó y amenazó a Horton.
Después del incidente, Horton declaró que “no tiene tiempo
para dopados” y “tenía que vencer” a Yang. El nadador chino, pagó una
suspensión de tres meses por dopaje en el 2014. El Comité Olímpico de China
pidió al COI investigar el tema.
El suceso llevó a que Horton tuviera más de 200 mil mensajes
en Instagram para que se disculpara con Yang, comentarios que el australiano
borró. Además de que la página de
internet de la Federación de Natación de Australia se encuentra bajo un
ciberataque desde entonces.
Yang también tuvo otro enemigo, el francés, Camille Lacourt, acusó al nadador chino que
le ganó el oro en los 200 metros libres de “orinar violeta” como un despectivo
por su antecedente de dopaje. Lacourt, dijo que le dieron “ganas de vomitar” al
ver a Yang en la cima del podio.
Lágrimas de plata
El escándalo del dopaje sistemático de los rusos marcó a los
atletas que alcanzaron a ser aceptados dentro de los Juegos Olímpicos de Río.
Entre ellos, la nadadora Yuliya Efimova, quien logró su participación tras
recurrir a los tribunales.
Efimova dio positivo en el 2014, por una sustancia anabólica
denominada Cellucor CLK, el cual estuvo en su dieta diaria por varios años. Por
esto fue sancionada 16 meses y se le quitó el récord mundial en 50 metros
braza. Su segundo positivo fue por
meldonium, antes de que la Agencia Mundial Antidopaje lo considerara como
prohibido.
Bajo estos antecedentes, la rusa fue recibida con abucheos
en la alberca, ignorada por sus competidoras en la prueba de 100 metros pecho,
Efimova terminó en segundo lugar, en el podio, la estadounidense ganadora del
oro, Lily King, no ocultó su desagrado por tener a su lado a una “tramposa”
como llamó a Efimova, quien dejó el inmueble entre lágrimas y con el apoyo de
los pocos compatriotas que tuvo.
Hasta Michael Phelps entró al tema, “Lily King tiene toda la
razón, eso no tiene nada que ver con el sentido auténtico del deporte y me
jode” declaró el multicampeón olímpico.
La respuesta de la rusa vendría después de ganar su segunda
plata ahora, en 200 metros pecho. Efimova un poco cansada de las preguntas
sobre el asunto de King, declaró que solo le interesa la opinión de dos
estadounidenses, John Urbancic y David Salo.
Efimova preguntó a los reporteros, sobre qué pensaría King,
respecto a su compatriota Michael Phelps, quien en el 2009 fue suspendido por
la Asociación de Natación de Estados Unidos, después de que se publicaran
fotografías de él fumando marihuana y en el 2014 de nueva cuenta por conducir
en estado de ebriedad.
La japonesa, ganadora del oro en los 200 metros, Rie Kaneto,
comentó sobre Efimova que “si está aquí, significa que está limpia ahora”.
Faltan días para terminar los Juegos y podrían presentarse
más escenas de incorreción política o al contrario de espíritu deportivo.
Con información de El gran circo de los Juegos Olímpicos de
Floyd Conner, Sport-Reference, Royal Yatching Association,Tuczon Citizen, The
Guardian, Diario AS, The Telegraph, Sovsports y La Nación.
Comentarios
Publicar un comentario