El futbolista promedio
El futbolista promedio
“¿Qué necesitas para
llegar? ¿Un gran nombre? ¿Un gran contrato? No. Solo necesitas abrir la mente,
el corazón, una batería cargada y correr con libertad”. Claudio Ranieri.
¿Qué podemos decir de Jamie Vardy en cuanto a nivel
futbolístico en lo que destaque?
Es un delantero veloz, que sabe ganar las espaldas a sus
rivales y se acomoda mejor en esquemas tácticos donde el contragolpe con
rapidez le permite arrancar desde afuera, sin embargo no es más rápido que
otros delanteros, (Aubameyang, Griezzman, Cristiano, Carrasco, Sánchez, etc…)
Vardy declaró en una entrevista que en su etapa escolar
corría los 100, 200 y hasta los mil 500 metros. Por lo que su resistencia es
otro punto a su favor, un jugador que se considera a sí mismo un “parásito” que
persigue y acosa a jugadores con la pelota y se apoya en su resistencia física
para aguantar tal ritmo.
Tomada de Twitter |
Su actual técnico en el Leicester City, Claudio Ranieri
consideró que “no era un futbolista,
sino un caballo fantástico” que pareciera actuar con “baterías cargadas
escondidas en sus shorts”.
Otra cualidad sería el desmarque, el atacante sabe girar
para sorprender a sus defensores, al contar cierta desventaja en cuanto al
físico. De estatura es un metro y 78 centímetros y tiene unos 76 kilogramos de
peso, busca a través de movimientos rápidos sorprender a los rivales.
De sus 26 goles anotados durante la campaña 2015-2016,
cuatro fueron desde la izquierda, dos por la derecha y 20 por el centro del
campo. Incluso en sus contragolpes, el
atacante buscaba colocarse de frente al marco.
Vardy es un delantero que se desenvuelve mejor en el área,
25 tantos que convirtió sucedieron dentro y sólo uno desde afuera. Aunque es diestro, no tiene problemas en usar
su pie menos hábil y logró 4 dianas con la zurda, además de dos de cabeza.
A balón parado apenas hizo un gol de cabeza y cobró cinco
penales de forma exitosa. Su facilidad para el desmarque y aparecer justo en el
centro lo llevaron a la selección de Inglaterra, donde debutó con gol en un
amistoso contra Alemania (se lo contamos de derecha, aunque lo hizo de tacón).
Por lo que como centro delantero puede ser bastante útil
aunque no le molesta jugar en otras posiciones, “Si juego fuera de mi posición
siempre daré el 100 por ciento, pero todo el mundo sabe que preferiría jugar
por el medio”.
Aunque sus características son notables, el atacante de 29
años no parece un fuera de serie, de hecho, si lo observamos, Vardy es un
futbolista promedio. En un futbol donde se le exige cada vez productos más
jóvenes, el descubrimiento o “auge” a sus casi 30 años es un detalle que no
pasa por alto.
Aficionados y hasta expertos también apuntan sus flaquezas e
incluso el mismo atacante lo hace, "Sé que mi retención de la pelota tiene
que ser un poco mejor, pero eso es algo que tengo que trabajar en el campo de
entrenamiento. La mejor manera de trabajar en las cosas es si trabajas lejos en
ellos en el entrenamiento entonces los haces en juegos”, declaró después de un
juego con la selección de Inglaterra.
En el aspecto mental, podemos decir que es un delantero
curtido “a la mala” que destaca por su espíritu combativo y agresivo. Que cometió muchos errores y estos le
costaron caro en algunas ocasiones, como el cargo de racismo en su contra que
enfrentó por una disputa que tuvo en un casino con un japonés.
El alcoholismo es otro de los problemas que enfrentó Jamie
Vardy en su camino hacia la máxima categoría.
El éxito –mediano en su momento- que representó el ascenso a la
Championship, lo llevó hacia la bebida al punto que el dueño del Leicester “no
sabía qué hacer con él”.
Cuando Aiyawatt
Srivaddhanaprabha, dueño de los foxes le cuestionó, su respuesta fue que “no
sabía qué hacer con su vida” y qera la priemra vez que ganaba un millón de euros.
El magnate charló con él y le preguntó ¿Cuál era su sueño? ¿Cómo pensaba que
debería ser su vida? Y que pensara con cuidado qué haría por el club. “Invertí
mucho en ti (Vardy) ¿Me vas a dar algo a cambio?” dijo el tailandés.
Tomada de Twitter |
El futbolista emprendió un cambio radical, en definitiva no
es la cenicienta inmaculada sin errores que uno esperaría en un cuento de hadas
como el que parece fue escrito en el campeonato del Lecicester City.
De trabajar en una fábrica, pasar como desecho a través de
varios visores hasta convertirse en uno de los artilleros más destacados de la
Premier League. De estar cerca de abandonar el futbol a ser un nominado al
Balón de Oro. Si lo que vive el delantero inglés es un sueño, no lo despierten.
¿Pasará Jamie Vardy de ser una anécdota en el mundo del
futbol o mantendrá ese nivel por unos cuantos años más?
Lo que haga de extraordinario un futbolista promedio parecerá
más notorio. Jamie Vardy es un futbolista promedio y como no todos pueden ser
fueras de serie, no es mala idea que algunos futbolistas aspiren a ser tan promedio como él.
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