Corea-Japón 2002: a saber que...
HISTORIAS DEL MUNDIAL
COREA-JAPÓN 2002
A saber que...
-Jesús, despierta ya va a jugar México.Eso fue lo primero que escuché antes de ver mi primera desilusión mundialista con la selección, pero bueno, esto se te puede perdonar cuando tienes 10 años y pides que te levanten a las casi dos de la manaña para ver el México contra Estados Unidos en Octavos de Final desde el otro lado del Mundo... a saber que iba a terminar con el vergonzoso 2-0 a favor de los estadounidenses y el nacimiento del "villano favorito" Landon Donovan me hubiera quedado dormido; al menos eso pensaba cuando era niño.
Si en algo se parecen la vida y el futbol es que las expectativas dentro de tu cabeza no se acomodan a lo que pasa en la realidad, para bien y para mal.
El Mundial del 2002 no sólo era el primero del nuevo milenio, también era la primera vez que podía seguir uno con atención; aprendí los clichés del comentarista televisivo que no han cambiado mucho en los últimos 20 años: "esta es la oportunidad de México de dar el salto", "podemos competirle a cualquiera", "si vamos a jugar así mejor ni vayamos", "esos asiáticos son rápidos", "los europeos son disciplinados y ganan el balón aéreo", "los africanos aprovechan siempre su físico" y "Estados Unidos ya alcanzó a México". A saber que no iba a cambiar nada el discurso (ni el resultado) mejor ni encendía el televisor.
Como muchos, tras la eliminación de México decidí tomar una selección "adoptiva", en el 2002 fue Alemania, que me gustó con el liderazgo de Oliver Khan, la clasde Michael Ballack y el olfato goleador de Miroslav Klose... a saber que no iban a ganar elegía a Brasil; hasta los héroes de la infancia pueden fallar.
La incertidumbre es eso que nos permite generar expectativas, nos aterra que las cosas estén fuera de nuestro control, ¿Cuántos no decimos que le hubieramos hecho una mejor marca a McBride? o que sabemos los cambios que debió hacer Aguirre. (¿García Aspe? ¿Luis Hernández?) Algunas veces nos sirve para aprender, para saber que si lo supieramos todo no habría riesgo, incluso podría ser más desesperante si tuvieramos conciencia de un fracaso o derrota inevitable o al contrario actuaríamos sin interés con la certeza de que todo saldrá bien.
Tal vez por eso después de tantos años sigo pensando que esta vez puede ser diferente, me desespero, le grito al televisor, mientras miro con impotencia cómo todo sigue igual, (una vez vi el Canal del Congreso y tuve una sensación similar). Es curioso como uno aprende algo de las derrotas, (si se es listo no solo de las propias, también de las ajenas) y es que Corea-Japón 2002 despertó mi interés en el fútbol, me llevó a leer más, a investigar e incluso motivarme para hacer lo que hago ahora y a lo que me dedico, a intentar hacer las cosas con una perspectiva diferente, por lo que he tenido buenas, malas, peores y mejores experiencias... a saber que iba a vivir esto me levantaba más temprano.
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