Di Matteo o cómo aprovechar la suerte

Di Matteo o cómo aprovechar la suerte


Después de los sorpresivos resultados de la Champions League de principios de abril, al revisar  quienes fueron los últimos técnicos campeones del 2012 al 2017 descubrí un dato curioso: Zinedine Zidane lo logró en dos ocasiones, mientras que Jupp Heynckes, Carlo Ancelotti, Luis Enrique y ¿Roberto Di Matteo? lo lograron al menos una vez, ni Guardiola, ni Mourinho, ni Klopp, ni Benítez, tienen más títulos en los últimos seis años que los antes mencionado, incluido el "suertudo" de Di Matteo. 


Algunos le atribuyen el campeonato que logró el Chelsea (el último conseguido por un equipo inglés en los últimos seis años) en la temporada 2011-2012 a la suerte y una buena combinación de jugadores. Y si vamos a hablar de suerte el entonces técnico de los “blues” sabe algo sobre eso.  

Nacido en Suiza pero de padres italianos, Roberto Di Matteo vio en la suerte algo que lo llevó a reflexionar en varios momentos de su vida, en parte debido a la condición de su hermana Concetta, quien es ciega debido a una enfermedad. “A menudo pienso en la suerte que he tenido yo y en la mala suerte que ha tenido ella” reconoció, “porque sé cuáles son los verdaderos obstáculos en la vida... la manera en la que Concetta ha lidiado sus problemas ha sido una inspiración para mí”. 

Como jugador su punto más alto lo alcanzó al llegar al Chelsea, donde se volvió en un jugador histórico al anotar el gol del triunfo en la final de la FA Cup y acabar con la sequía de 26 años sin levantar un trofeo del Chelsea, “va a permanecer siempre en mi mente. Creo que es el destino dijo Di Matteo y agregó  “soy un chico muy suertudo”.
 
Uno de sus técnicos Dino Zoff describió a Di Matteo como un jugador “muy profesional, con carácter y una gran personalidad”. Entre sus ex compañeros estaba el actual director técnico de la selección alemana Joachim Löw (ambos coincidieron en Suiza) lo describen como alguien que “pensaba mucho en la táctica. Fue un autodidacta, continuó aprendiendo y mucho y siempre ha sido un estratega defensivo” e incluso son buenos amigos en la actualidad. 

En el 2002 se retiraría a los 31 años, debido a una triple fractura en la pierna. En junio del 2011 regresaría al Chelsea como asistente técnico después de dirigir al Milton Keynes Dons y el West Bromwich con un éxito mediano. Como técnico Di Matteo mencionó que sus influencias eran Arrigo Sacchi y Ruud Gullit. 


Luego de la salida de Andrés Villas Boas como técnico el reto darle la Champions por la que el dueño del Chelsea, Roman Abramovich había invertido millones de euros en fichajes y técnicos. En resumen tanto el magnate ruso como sus aficionados le pedían a Di Matteo lo que se lee en el karaoke de esta canción: 




La suerte le sonreía de nuevo a Di Matteo con el trabajo de su vida, sin embargo el panorama del equipo no era el mejor, por lo que dijo que sus “conceptos son muy simples: tenemos que pensar en el bien común y centrarnos en reconstruir el grupo”. 

Esta filosofía se vio a prueba al medirse contra el Barcelona, con quienes tenían una cuenta pendiente, a pesar de que los pronósticos no les favorecían, los blues ganaron en casa por la mínima, ya en la vuelta, con 10 jugadores y el Barcelona en gran forma parecía que la suerte se había acabado, sin embargo la historia sería sentenciada por un tanto de Fernando Torres quien terminó una larga racha sin anotar justo ante uno de los mejores equipos de la historia.


Líderes del vestuario como Frank Lampard señalaron la labor del técnico: “él (Di Matteo) ha creado este ambiente, este espíritu y esta determinación” declaró el jugador. Otros como Juan Mata detallaron que el estratega les halaba de “asuntos tácticos pero estaba más enfocado en la parte motivacional del juego. Era muy bueno en eso y puso un video de nuestros familiares deseándonos suerte: esposas, novias, madres, abuelas. Ganar en Múnich al Bayern Múnich era algo muy muy difícil pero sentíamos que era nuestro destino”.

El (escandaloso) para algunos planteamiento ultra defensivo del Chelsea contra el Barcelona les parecía algo que no se iba a repetir contra los alemanes, sin embargo el técnico volvió a intentar el cerrojo y tentar a la suerte, 120 minutos y una tanda de penales después le dio un resultado positivo. 

Al final ya con la Champions ganada Di Matteo admitió que “el Bayern jugó un muy buen partido… pero cuando se llega a los penales se necesita un poco de suerte… esta noche tuvimos un poco más de suerte”. Meses después el magnate Abramovich tendría otro de sus arranques y el italiano sería despedido, volvería para dirigir al Schalke 04 y luego al Aston Villa donde fue despedido en el 2016. 



Di Matteo es esa prueba de que la suerte existe, de que tal vez tengamos una oportunidad para demostrar todas esas cualidades podemos acercarnos a esas ocasiones donde la “suerte” puede jugar a nuestro favor, si sabemos sacar provecho de ella y nos enfocamos en el objetivo.

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