Peridismo deportivo como subcultura (grosera)
Si algo reafirmó la pandemia es que el periodismo (el deportivo para efectos de este tema), está en crisis. Con una serie de problemas más viejos que José Ramón Fernández.
Me gustaría decir algo nuevo sobre el tema, pero creo que Hunter S. Thompson lo dijo de forma más clara hace más de 40 años. Para quien no sabe quién fue Thompson, además de ser amigo de Johnny Deep, fue un escritor estadounidense, publicó novelas como Miedo y Asco en las Vegas y fundó un estilo de periodismo llamado “gonzo”, en el que el escritor se ponía en el centro de la noticia y juguetea entre la ficción y no ficción, la objetividad, utilizaba su perspectiva para contar un hecho y hacer una crítica del mismo, no tomaba una declaración y la repetía para generar una discusión superficial, aprovechaba el deporte y el lenguaje para hacer una crítica a la sociedad y a los intereses políticos y económicos, labor que debe hacer todo el periodismo, incluso el deportivo.
En un texto llamado “Miedo y asco en el Super Bowl”, (publicado en
1973, describe por completo la actualidad del periodismo deportivo). Hunter señala que “los periodistas deportivos
son una especie de subcultura grosera y sin cerebro de borrachos fascistas,
cuya única función real es publicitar y vender todo lo que el editor deportivo
les envía para cubrir..."
Sin embargo pensaba que “es una buena manera de ganarse la vida, porque mantiene a un hombre
ocupado y no requiere pensar en absoluto. Las dos claves para el éxito como
periodista deportivo según Thompson son: 1) Una ciega disposición a creer
cualquier cosa que le digan los entrenadores, estafadores y otros
"portavoces oficiales" para los propietarios de los equipos que
proporcionan el alcohol gratis ... y: 2) no usar los mismos verbos y adjetivos
dos veces en el mismo párrafo”.
El trabajo más sencillo del mundo.
La pandemia exhibió muchos vicios,
limitaciones y también áreas de oportunidad en el periodismo deportivo.
Parte de la crisis se
puede resumir en los siguientes puntos:
- La mezcla entre información y entretenimiento que ha hecho más contenidos basuras.
- La aparición de los reporfans, que parecen más voceros, que reporteros.
- La falta de trabajos de investigación,
- El temor a perder audiencia y el hambre por clicks.
- La pobreza del lenguaje y el exceso de clichés (antes muchos de los mejores reporteros de la historia comenzaron en la fuente de deportes o en policíaca).
El problema abarca
a las empresas, las línea editoriales, la formación de los reporteros y la idiosincrasia de las audicencias,
sin embargo, creo que hay tres cosas que pueden retomarse, para tratar de
mejorar las cosas,
Considero
que es necesario tomar la canasta básica del periodismo: escribir mucho,
investigar mucho y leer tres veces más de lo que se escribe e investiga. Porque el escribir para fanáticos no significa no te
convierte en uno. Es una habilidad importante y que toma
años en desarrollarse es escribir de manera sencilla y no de manera simplona.
Leer mucho y escribir mucho, se
unen los dos puntos, nuestra materia prima son los hechos, pero nuestra
herramienta son las palabras, si no tenemos mucho vocabulario, tendremos pocas
palabras y a podremos expresar menos ideas, si expresamos menos ideas,
será más difícil tener una propuesta distinta que pueda atraer al público, nos
limitaremos a reproducir clichés que otros dominan y son de la confianza de los
aficionados, desde hace años.
Porque ese es el siguiente problema en deportes, todos
cubren el mismo evento, o sea… hay cientos, sino miles de ojos y manos que
escriben o graban lo mismo que tú, hay quien tendrá una foto en mejor calidad
que tú, incluso su internet será más rápido, así que… ¿qué hará diferente tu
nota? ¿Por qué leerte a ti? Ahí es donde entra en juego la investigación, el
buscar datos, fuentes para complementar y hacer más ricas las notas, no
presentarse a la entrevista y sólo preguntar, ¿cómo te sientes?
Investigar para preparar una entrevista es tardado, tedioso y
a veces no rinde frutos, pero contar con más información, ayuda a dar una
perspectiva más completa a la información.
Por último, creo que retomar el enfoque al deporte local,
dejar de lado ese afán de protagonismo por ser nota nacional, ojo, yo creo que
todo reportero debería tener la ambición de salir en portada, sin importar la
fuente que tenga, pero a veces una nota muy local, investigada y redactada de
la manera adecuada, aunque sea del torneo de la cuadra, puede tener más valor
que el nuevo corte de cabello de Messi.
Estoy lejos de ser alguien
que domina y escribe pura obra maestra cada vez que abre la computadora, de
hecho, llegué a muchas de estas conclusiones después de hacer cientos y cientos
de notas de la mierda. Muchas notas malas, que me llevaron adecir “no mames, no
pueden publicar eso” y me hicieron replantearme qué puedo hacer para mejorar,
¿qué si me han servido?, en parte, pero repito, no es una fórmula mágica y
puede que lo que funcione para mejorar a unos, no le sirva a otros.
El periodismo deportivo se enfrenta un reto más
complejo que explicar el gol de visitante y creo que uno puede aprovechar las muchas herramientas que hay en internet, libros, y colegas para hacer un mejor
trabajo, si usted se dedica a la fuente, pues… qué bueno, tratemos entre todos
de hacer algo mejor, si usted es aficionado, exija más y mejor contenido.
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