Cuaresma mundialista: Día 24: Los románticos no juegan para ganar, pero siempre son recordados


ADVERTENCIA: Por la edad que tengo mientras escribo esto (21 años) debo entrar más en terrenos de lo que he visto en archivos, leido y escuchado de personas que vieron a este equipo y jugadores. Puede que esto parezca más una mezcla de mitos que de realidades, me disculpo por pedir recuerdos prestados.

Si hay un equipo que exaltó el aspecto lúdico del futbol, fue la selección brasileña de 1982. El equipo dirigido por Tele Santana tenía todo lo que un técnico podría pedir para ser campeón del mundo, o al menos casi todo.


Zico, Eder, Falcaco, Sócrates y Junior eran la carte de presentación de la canarinha, con un mediocampo tan poderoso, con tanta clase, hasta un delantero como Serginho (su elección es considarada uno de los pecados de Santana) se daría el privilegio de anotarle a la selección Argentina de Menotti.

Una máquina imparable, (con muchas venas sudor y sangre) que hacía revivir los tiempos mágicos del futbol. Devolvía la esperanza y sobre todo el espectáculo a un juego que empezaba a tomar forma de arte (cosa que logró también la selección albiceleste del  78') y muchas otras.


Sólo un objeto inamobible y sobre todo contundente podría detener a esta selección, Italia, con Paolo Rossi, Dino Zoff, Antonio Cabrini, Marco Tardelli y Franco Baresi, batieron al equipo de ensueño brasileño. Tres goles de Paolo Rossi pondrían fin al sueño brasileño en la segunda fase del torneo, Italia se convertiría en campeón del mundo y empataría a Brasil con tres títulos.

Paolo Rossi, el delantero que hizo un hat trick al mejor Brasil
El "Doctor-Caudillo" el filósofo-futbolista.

"Los futbolistas somos artistas y, por tanto, somos los únicos que tenemos más poder que sus jefes" dijo el doctor Sócrates. El mítico "8" no era un jugador cualquiera, el emblema del Corinthians creía en algo que creen todos los románticos del balompie: El futbol puede hacer cambios en favor de la humanidad.

Sócrates, doctor de profesión y filósofo en la cancha
Sócrates usó su popularidad para hablar por los que no tenían voz, por las causas sociales, llamaba a pensar y cuestionar el porqué no dirigir el entusiasmo desbordado en el futbol a otras causas más nobles. "Lo mejor que el fútbol me dio fue la oportunidad de conocer a los seres humanos" decía el mediocampista brasileño.

Un 4 de diciembre del 2011 murió el doctor, a causa de la cirrosis que padecía desde hacía varios años (producto de sus años de alcoholismo). “Quiero morir un domingo y que el Corinthians levante un título ese día" ese día se cornó el "Timao" campeón.

El futbol en esta época necesita más Sócrates, más Cantonas (hablaremos de él en algún momento) en una época donde todo parece tan comercial y se responden a nombre de la gente, ó más bien de lo que quiere consumir (ó quieren que consuman).
 
Donde a los futbolistas se les exigen los resultados, todo lo que cuenta son números, (dinero, posesión de balón, porcentaje de pases, porcentaje de atajadas, goles, promedio de gol, promedio de asistencia). Se olvida el aspecto romántico del deporte, el jugar por el placer de hacerlo.

"No hay que jugar para ganar, sino para que no te olviden"es la gran lección de Sócrates.

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