Gracias por el Mundial Chuck

-¿Sabes?-dijo Putin-.¡Te pareces a Karl Marx!
Blazer, de 65 años y con una enorme barriga contra la mesa de café guiñó el ojo y dijo:
-Sí, lo sé. 

Tarjeta Roja de Ken Besinger. 

Ahora que terminó el Mundial de Rusia comienzan los agradecimientos a los involucrados en su realización. Desde directivos, presidentes, futbolistas, aficionados y voluntarios, pero nadie menciona a Chuck Blazer o a ninguno de los involucrados en el  FIFAGATE.

Es curioso que un hombre tan parecido al autor del Manifiesto del Partido Comunista sea uno de los mayores representantes del capitalismo más despiadado y  a la vez, es más curioso que un hombre con un aspecto como el de Santa Claus haya participado en la organización de eventos que mayor alegría le traen a muchos de los habitantes del mundo.

Si bien Charles Gordon (Chuck) Blazer no vivía en el Polo Norte, su apartamento en la Torre Trump no era menos surrealista. En ese lugar no operaba la "magia de la Navidad" sino una máquina aceitada de corrupción, que se mantuvo por más de 20 años y permitió a la Concacaf y a varios directivos del futbol y distintas empresas engordar sus bolsillos.

A diferencia de Santa Claus, Blazer llevaba regalos a los "chicos malos" a los cuales les cobraba comisiones, hasta que tuvo su momento redención, gracias en parte a un encuentro más temido que la muerte, el Departamento de Recaudación de Estados Unidos y de esta manera destapar la cloaca en la FIFA.

Es curioso que un evento que busca unir al mundo por medio de algo tan noble como el deporte sea el resultado de una serie de corruptelas, sin embargo es más curioso que a pesar de todo lo que sabemos sobre esta trama, nos resulte imposible dejar de mirar cada vez que rueda el balón.

Rusia 2018 fue uno de los mejores mundiales, tanto por lo futbolístico como por la organización,un evento que bien pudo organizarse en Inglaterra u otro país. Y pensar que uno de los puntos decisivos para su elección fue la visita de un hombre parecido a Karl Marx al Kremlin.