Brasil 2014: Recobrar la capacidad de asombro



Brasil 2014: Recobrar la capacidad de asombro

“Tal vez este sea el último Mundial que veamos a gusto” esa frase de me la dijo alguien hace cuatro años que ahora tiene tantos compromisos y la vida le ha tratado de manera tan dura que dudo que sepa la ubicación del próximo torneo, le deseo lo mejor en la vida. 



Cuatro años es mucho tiempo, es tiempo suficiente para sentirte viejo, para formar un proceso de selección, o despedir a dos técnicos, para avanzar caminando en Concacaf, para enamorarse de nuevo, para cambiar de trabajo, para establecerse, para terminar amistades, para comenzar nuevas aventuras,  para volver a ilusionarse aunque se sepas el resultado. 

En el 2014 comencé este blog con apuntes sobre el Mundial (y una que otra reflexión sobre las discusiones en el Congreso) y temo decir que ahora estoy en desacuerdo con muchas cosas con el autor de esta página.

Para este Mundial iba mejor preparado que la selección de Irán (sin demeritar el trabajo de Carlos Quieroz) en el sentido que tenía apuntes para más de tres juegos, estadísticas de procedencia de los futbolistas que irían, sus uniformes, valor estimado de las plantillas y dentro de mi ignorancia táctica, algunos datos históricos. 




Los primeros tres días del Mundial no fui a trabajar, sé que eso está mal, sé que el hecho de que me pagaran solo $500 a la quincena no es pretexto pero no me iba a perder esos partidos solo para sentarme a escribir las mismas notas que podría hacer desde casa recuerden, “Tal vez este sea el último Mundial que veamos a gusto”.


Si se toman la molestia como yo de revisar los apuntes hechos en este blog sobre el Mundial verán que están hechos con humor pero sobre todo inocencia y mucha perspectiva de aficionado. Mientras más avanzaba la competición comenzaba a enfriarse mi “pasión” por la selección, me daba gusto que se hablara más de futbol, pero me preocupaba que no “le alcanzara el futbol a México” para llegar a la siguiente ronda. 

“Hasta ahí llegamos” me dijo la misma persona con la que abrí esta entrada al saber que íbamos contra Holanda. Yo coincidí por primera vez veía pocas esperanzas y en el fondo esperaba equivocarme como me había equivocado durante todo el Mundial (Japón pasando ¿En     qué pensaba?) y en la vida diaria (mira que pensaba en mis chances con esa chica eran altas y terminaron desplomándose como España en fase de grupos).

El futbol es un deporte de 11 contra 11 en el que al final México pierde en su primer partido de eliminatoria directa. El gol de Giovanni me hacía pensar que las cosas iban para bien, que tal vez no tener expectativas de este equipo era lo mejor, porque podría sorprenderme para bien, sin embargo en cuanto vi los cambios de Van Gaal me recordó mucho al partido contra Chile en fase de grupos, al final, dos goles a pelota parada, en uno, intervino Robben. En cuanto vi que pitaron el penalti comencé a reír, pensaba que sin expectativas no podía decepcionarme y estaba equivocado. 

Tal vez este no sea el último Mundial que vea a gusto, ahora con boleto rumbo a Rusia, sé que puedo sorprenderme de algunas cosas, o de algunas personas, incluso de mí mismo. Así que pensar en una posible victoria contra Alemania, o pasar de fase de grupos ante un contexto tan adverso, no debería ser subestimado en este próximo Mundial.
 

 


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